Quienes somos

El ORFEÓN VOCES UNIDAS se gesta en la cabeza de su director, Jorge Luís Benito Santamaría, este verano mientras disfruta de sus vacaciones. Dirige tres coros, cada uno con su propia personalidad, con distintos tipos de cantantes, de repertorios, de orígenes. En definitiva, muy distintos. Pero todos ellos tienen algo en común, a su director. Eso los une y convierte este proyecto en algo distinto.

En los últimos años, hemos visto una enorme proliferación de conciertos participativos con 200, 300 y hasta 500 cantantes. Todos ellos interesantes, no lo vamos a negar. Pero este tipo de proyectos junta a cantantes individuales que sólo tienen en común el deseo de cantar una obra famosa en un sitio de renombre. La preparación es personal y particular de cada uno de sus coralistas que se reúnen para cantar unas pocas veces antes del concierto con un preparador que, evidentemente, no puede dedicar el tiempo necesario a cada uno de ellos; no los conoce por su nombre, ni sabe como son sus voces, ni sus posibilidades vocales, ni su evolución, ni sus gargantas. Y finalmente el concierto lo dirige otra persona, un director que llega, dirige y se va y ¡adiós, muy buenas!.

En este proyecto todos los participantes se conocen desde hace tiempo, cantan juntos en sus diferentes coros, escuchan sus voces unidas al menos una vez por semana y, lo más importante, la persona que elige los temas, los arregla para las voces de sus coros, prepara personalmente a sus componentes, los enseña a cantar y a cuidar sus voces y, finalmente los dirige, es la misma. Y para todo ello dedica varias horas a la semana, al igual que los cantantes.

Jorge, el director, conoce perfectamente a todos y cada uno de ellos, especialmente conoce sus voces y sus posibilidades a la hora de cantar y, por ello, elige los temas más adecuados para este grupo de cantantes aficionados, les transmite sus conocimientos y experiencia para ayudarlos a crecer como cantantes. Los exige cada día un poco más, pero sin saltos al vacío.

Los coralistas, se sienten cómodos con las canciones, las hacen suyas. Las preparan con gran interés y hablan de ello con sus amigos y sus conocidos. Los invitan a venir a escucharlos y a participar en sus coros. Hay compañerismo, en muchos casos, amistad. Pero también hay ganas de aprender cosas nuevas. La mayoría no había visto un pentagrama en su vida, y, mucho menos, había tenido uno entre sus manos. Ahora van a clase de solfeo con Jorge, estudian partituras, escuchan grabaciones. En definitiva, se esfuerzan para llegar al nivel de exigencia que les marca en cada ensayo y en cada concierto tanto el director como la propia evolución de su coro.

Este Orfeón está formado por 100 voces procedentes de los 3 coros que dirige Jorge. El más antiguo de todos ellos es la Agrupación Coral de Griñón. Es uno de los coros más antiguos de la Comunidad de Madrid, desde el año 1989, ¡ahí es nada!. Ha tenido varios directores pero desde hace ya más de ocho años, sigue fiel a su actual director. Si por algo es conocido en todo el panorama coral español es por el Certamen que organiza, el Certamen Nacional de Canción Castellana “Villa de Griñón“. Gracias a ellos, Griñón, este hermoso pueblo de nuestra comunidad, está colocado en el mapa. Y muy bien por cierto. Está compuesto por personas amantes de la música, al igual del resto de los otros dos coros, provenientes de Griñón y de sus alrededores. 

Ha realizado actuaciones por todo el territorio nacional en numerosos conciertos y actos religiosos, tanto en Madrid como en casi todos los pueblos de su Comunidad. Es un coro muy viajero y ha visitado muchos lugares de la geografía española, tales como Toledo y gran parte de su provincia, Cuenca, Guadalajara, Salamanca, León, Principado de Asturias, Cantabria, Extremadura, Jaén, Córdoba, etc. Han actuado en TVE y para el Papa Juan Pablo II en su visita de 1993. 

Además de organizar su certamen, también ha participado en otros de gran renombre como el de Ejea de los Caballeros o el de Habaneras de Totana donde obtuvieron premio.

Tras muchos años de participación en la programación y organización del Certamen de Canción Castellana “Villa de Griñón”, la actual situación económica, les ha obligado a aparcar temporalmente el tradicional certamen. Pero como tanto sus componentes como su director son gente con mucho tesón y con mucho interés por la música coral, hasta que escampe, organizan un programa de Encuentros Corales en el municipio lo que les permite seguir en contacto con otros coros y mantenerse vivos en la gran familia coral española. Pero ya les digo yo que no se olviden del Certamen que volverá.

El Coro del Camino Real es otro de los componentes de este proyecto. Con él, Jorge cambió su relación con los escenarios como él mismo nos dice en el programa que tienen entre sus manos. Es el primero de los coros que dirige. Por lo que se ve, parece que no se le debe de dar mal o no habría llegado hasta aquí.
Este coro es heredero del coro municipal de Galapagar pero el devenir tanto del tiempo como de los vaivenes municipales y el empuje de sus miembros, todos, le ha convertido en el coro de la sierra noroeste de Madrid, de ahí su denominación. Sus componentes viven en casi todos los pueblos de la sierra: Galapagar, Colmenarejo, El Escorial, Villalba, Alpedrete, Valdemorillo, Villanueva del Pardillo o Las Rozas. Bueno, tienen tanto prestigio que vienen hasta de Arkansas, sí, han oído bien, de Arkansas, sí, sí, de donde el Mago de Oz, a cantar con ellos. A ellos les gusta reivindicar su estatus de coro serrano, no les gusta que los encasillen en un solo pueblo, son ciudadanos de la sierra de Madrid.

Este año cumplen diez años y piensan seguir acompañándonos muchos más. Les diré que si el de Griñón es viajero, éste no lo es menos, con decirles que ya han salido de nuestras fronteras y además, tienen en mente volverlo a hacer en cuanto puedan. La geografía española se les va quedando pequeña.

Organizan desde hace ya cinco años los Encuentros Corales de Colmenarejo para los que han recibido visitas de coros de Asturias, Portugal, Ciudad Real y, por supuesto, de Madrid. Han participado en el Certamen Internacional Villa de Avilés y han grabado con Televisión Española la misa de la 2 desde la Iglesia de Los Arroyos, justo donde podremos volver a escuchar a este Orfeón el próximo 22 de diciembre. Y ¿recuerdan ustedes el Festival de Jazz Galapajazz? Pues ahí tuvieron el placer de hacer de teloneros de gente tan importante como Manhattan Transfer o de Art Garfunkel. Les gusta mucho el Gospel y los standards americanos y parece que este año van a participar en el Festival de Jazz que organiza el Ayuntamiento de Colmenarejo. Ya nos enteraremos bien para poder ir a escucharlos, ¿no les parece?

El coro Cum iubilo ha sido el último en caer en manos de su entusiasta director. Es el más joven de los tres. Son menos viajeros, se quedan más por los Madriles pero ya se sabe, “De Madrid al cielo y con un agujerito para poder verlo“.

Inician su andadura en el año 2004, con lo que el año que viene estarán también de aniversario. Su sede está en Madrid, en el Colegio de Los Salesianos de García Noblejas, donde ensayan y disfrutan cantando. 
Son tan entusiastas como todos los demás cantantes de este proyecto y lo han demostrado cantando con un frío propio de Madrid en Navidades, a la intemperie, en lugares tan emblemáticos como la Plaza de Ópera o la Plaza de Callao.

Participan activamente a actividades organizadas por el Ayuntamiento de la capital siempre que son requeridos. De hecho, han cantado en el mismísimo Ayuntamiento de la Capital, en el antiguo Palacio de Correos. También colaboran activamente con la Federación Coral de Madrid.

Pero en el Orfeón no se distingue a los coralistas por sus coros de origen, no. Todos forman parte por igual del Orfeón y todos están igualmente orgullosos de hacerlo. Todos están unidos bajo la dirección de su director común, de Jorge Luis Benito Santamaría  quien destaca de este proyecto el ver como “sus chicos” han disfrutado a lo largo de todo el proceso y el ver sus caras de satisfacción al cantar todos juntos.

Jorge es músico. Conoce la música desde dentro y es su pasión. Por eso no tiene tabúes y ha estudiado con gente de la talla de Alfredo Kraus y ha cantado durante muchos años con gente tan importante como Rocío Jurando, Ana Belén y otros cantantes que no catalogaríamos de clásicos. Se ha dedicado tanto a la lírica como al pop o a las grabaciones para bandas sonoras de películas de Disney  y de numerosos anuncios de televisión.

Además es profesor de canto, lo lógico si quieres dirigir un coro. Su carrera profesional comenzó al terminar sus estudios superiores de música, concretamente de canto, en los conservatorios de Badajoz y Profesional de Arturo Soria. Ahora su mundo musical está centrado en sus coros para los que compone, arregla, graba, estudia, elige repertorios. En definitiva, trabaja con ahínco y sin descanso.